Pero que bien lo hemos pasado. Finalmente, estuvimos Jesús, Kiko, Marcos y yo, en la casa rural de Ruidera. Ha estado genial. Las lagunas están a tope de agua, y corren las cascadas a borbotones, otros años secas completamente. No nos hemos bañado, porque el agua todavía no está caliente, pero hemos paseado y nos hemos deleitado con el paisaje, que estaba espectacular. Lo único es que mis chicos han estado pachuchos. Uno con el estómago, otro con la alergia y el otro con un resfriado bien gordo. En fin, hombres, ya sabéis que se ponen malitos con nada. Pero a pesar de eso, ha merecido la pena la escapada. Como muestra, aquí os paso unas fotos para que comprobéis lo bonito que estaba todo.
domingo, 17 de mayo de 2009
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